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Los fugados huyeron hacia el sur. En el camino hubo saqueos y hechos de sangre como el asesinato del ing Adolfo Plottier.

Bresler decidió apartarse del grupo con algunos compañeros. Antes del río Collón Cura, una delegación de policías los esperó y logró capturarlos. Sin embargo, Bresler se escapó nuevamente, con dos compañeros. Con un tiro en la pierna cruzó nadando el río, perdiendo a sus acompañantes en esa hazaña.


Mientras tanto, el otro grupo de 17 al mando de Sixto Ruiz Díaz se enfrentó con otro grupo de policías. El líder murió en aquellos enfrentamientos y los 16 restantes se entregaron. De estos últimos, 8 fueron enviados a Neuquén. Por falta de uniformados para escoltarlos, la otra mitad quedó en Zainuco bajo la supervisión de Adalberto Staub.

Aquí surge la bifurcación de las lecturas históricas. La oficial dice que los últimos 8 intentaron fugarse nuevamente y fracasaron en el intento, por lo cual habrían muerto en ‘’combate’’.
La versión opuesta de los hechos plantea cuestiones  distintas. Cháneton dice que los disparos ingresados en el pecho y la cabeza de los muertos demuestran que fueron acribillados y que no murieron en una confrontación.

Siguiendo esta teoría, los 8 presos habrían sido llevados a tomar agua a una laguna cercana, atados y allí habrían sido ultimados en un ‘’juicio sumarísimo’’(juzgamiento y muerte en el lugar donde se encuentra).

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