La historia ha sido interpretada desde distintos lugares.



La escuela de Cadetes de la Policía Neuquina lleva el nombre de Adalberto Staub, quien estaba a cargo de custodiar a los presos recapturados en Zainuco. Sobre él cae el peso de la ‘’matanza’’ a la que Chaneton hace referencia tras ver donde habían ingresado las balas en los cuerpos de los muertos.

"La historia oficial’’ de la provincia  pone a Staub en lugar de héroe privilegiado.  

 

Por otro lado, una organización de DD HH pelea por las condiciones en la que los presos viven.

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Esta versión se opone terminantemente a la historia oficial. Chaneton atacó la estructura de poder que encabezaba Elordi, quien no investigó a fondo lo sucedido. Por el contrario, el gobernador decidió ascender a los uniformados involucrados en la masacre.
 

Mientras tanto, el poder de hoy, con Sapag y Pechén a la cabeza, banca la historia de Staub y fue parte de los actos por el aniversario de la Escuela, sin tocar la matanza de Zainuco.