ZAINUCO:
LA RECONSTRUCCIÓN
El valle de Zainuco se sitúa a pocos kilometros de la ciudad de Zapala. Se trata de un lugar árido en la meseta del centro neuquino. Allí fueron atrapados 17 presos que se habían fugado de la U9 de Neuquén Capital por la policía, al mando de Adalberto Staub. Al ser asesinado el cabecilla Ruiz Díaz, los otros 16 se entregaron.
La mitad de esos presos fueron enviados a la capital y la otra mitad se quedó en Zainuco por falta de policía para escoltarlos. Los 8 que quedaron murieron a manos de los uniformados. Fueron enterrados en una fosa común, donde yacen sus restos.
Casi un siglo más tarde, una organización que pugna por los derechos humanos de los prisioneros, tomó el nombre del lugar donde fueron muertos aquellos 8 presos. Desde esta organización, entienden que los asesinatos se perpetraron sin juicio previo y producto del autoritarismo policial.
Zainuco está compuesto por profesionales y estudiantes que actúan en el presente en homenaje a los asesinados en ese lugar y al periodista Abel Cháneton, al que destacan como ‘’símbolo de lucha por los derechos humanos y la justicia’’. Estas acciones consisten en denunciar los casos de violencia en el sistema penitenciario que evidencian la lejanía de las cárceles en transformarse en lugares de detención.
Gladys Rodriguez - Miembro activa de Zainuco